Para medir la distancia de la mayoría de los cuerpos del espacio usamos los años luz. Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año terrestre. Un año luz equivale aproximadamente a 9 billones de kilómetros (cerca de 6 billones de millas). ¡Es decir un 9 con 12 ceros a la derecha!
Observando el pasado
Cuando usamos los telescopios más potentes para observar objetos en el espacio, en realidad estamos mirando al pasado. ¿Cómo es posible?
La luz viaja a una velocidad de 300 000 kilómetros por segundo (186 000 millas por segundo). Parece que se mueve muy rápido, pero los cuerpos del espacio están tan lejos que su luz tarda mucho en llegar hasta nosotros. Cuanto más distante está el objeto, más tiempo tarda en llegar la luz y, por lo tanto, lo que vemos está aún más lejos en el pasado.
Nuestro Sol es la estrella más cercana a nosotros. Está a 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) de distancia. Así que la luz del Sol se toma 8,3 minutos para llegar hasta la Tierra. Esto significa que siempre vemos el Sol como era hace 8,3 minutos en el pasado.
La siguiente estrella más cercana, después del Sol, está a 4,3 años luz. Y cuando la vemos hoy, en realidad la estamos viendo como era hace 4,3 años en el pasado. Todas las otras estrellas que vemos en el cielo son aún más distantes, muchas a miles de años luz.
Las estrellas se agrupan en lo que llamamos galaxias. Cada galaxia puede tener millones o billones de estrellas. La galaxia Andrómeda, que es la más cercana a nosotros, está a 2,5 millones de años luz. Por lo tanto, estamos viéndola como era hace 2,5 millones de años en el pasado. El universo está lleno de miles de millones de galaxias, todas aún más distantes que Andrómeda, y algunas a miles de millones años luz.
En el año 2016, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA observó la galaxia más distante, llamada GN-z11. Está a 13 400 millones de años luz, lo cual significa que la estamos viendo como era hace 13 400 millones de años en el pasado: solo 400 millones de años después del Big Bang. Es una de las primeras galaxias que se formaron en el universo.
Aprender más cosas y observar las primeras galaxias que se formaron después del Big Bang, como esta última, nos ayuda a entender cómo era el universo primitivo.