Construí una nave espacial y voy a llevarla hasta un agujero negro. El viaje será largo y adjetivo. Deberé ser cuidadoso de no quedar verbo en pasado participio en su sustantivo; si no, nunca más podré verbo. Mi objetivo es orbitar adverbio alrededor de su parte externa. Cuando mire por la ventana adjetivo de mi nave espacial, veré una oscuridad absoluta. En ese lugar nada puede escaparse, ¡ni siquiera sustantivo plural! Si me acerco, la fuerza de gravedad sería tan adjetivo que me estiraría como un/a alimento.
Los agujeros negros son los elementos más densos del universo. Eso significa que pueden acumular más materia en un espacio dado que cualquier otro elemento. Los agujeros negros más pequeños pueden apiñar tanta materia como tres millones de planetas Tierra en un solo y pequeño punto. Algunos agujeros negros, denominados agujeros negros supermasivos, pueden contener tanta materia como mil millones de soles. A mayor materia que algo contenga y a menor distancia que un objeto esté de esa materia, más fuerte será la gravedad. La fuerza de gravedad de la Tierra tiene una potencia suficiente como para mantenernos adheridos al suelo. La fuerza de gravedad de nuestro Sol es lo suficientemente potente como para mantener todos los planetas del sistema solar en órbita a su alrededor. La fuerza de gravedad de los agujeros negros es tan grande que cualquier elemento que esté cerca de ellos, incluso la luz, quedarán adheridos a ellos. Por esta razón, los agujeros negros son de este color: su fuerza de gravedad es tan potente que ni la luz puede escapar. Los científicos de la NASA pueden estudiar los agujeros negros observando los rayos X emitidos por la materia supercaliente que se arremolina alrededor.